viernes, 30 de julio de 2010

2- Batalla en el campamento: William demuestra su poder.

William se iba acercando lentamente mientras se veía como los soldados del ejército entrenaban fervientemente para poder superarse. Delante de todo se podía ver dos soldados teniendo un duelo, más apartados que los demás debido al peligro de usar ráfagas de energía en medio de un campamento.
-Lex: Oye, debilucho, tú puedes hacerlo mejor! -refiriéndose a su contrincante-
-Robin: No me molestes, trato de concentrarme... -responde con timidez-
-Lex: Aja, si claro, para largar otro de tus peditos -refiriéndose a sus ráfagas- no me hagas reír -continúa burlándose-
-Robin: Eres un tonto, me desconcentras, no pienso seguir de esta manera.
-Lex: Jaja, buena excusa. Para escapar realmente estás hecho...
Y en el momento que el soldado Robin se iba a dar vuelta aparece una sombra, se podía ver un contorno humano avanzando bajo las sombras de los arboles... a lo que Lex preguntó:
-Lex: Quién eres y qué quieres?! -con tono prepotente-
-William: Que quien soy yo? -riendo en tono bajo y mirando hacia el piso-
-Lex: Si, ¿que acaso eres sordo?... no me digas que tú eres otro de esos mendigos uvitentes que vienen aquí a pedir entrar al ejército… morirás por hacerlo, ya no les tendremos más piedad, ¡escoria empobrecida!
Y en el momento que Lex estaba diciendo sus alardes, se va disipando la sombra sobre el rostro de William, hasta que se descubre totalmente su apariencia. A lo que Lex se queda mirando fijo, sorprendido pero no asustado aún.
-Lex: Ah?... pero quién rayos eres?..
-William: Qué ironía que es la vida, verdad?...
-Lex: Por qué?... Respóndeme lo que te pregunto!
-William: Hace unos momentos me hablábas como si yo vaya a suplicar por mi vida… y ahora será justo alrevés.
-Robin: Comienzo a alarmarme, Lex… qué acaso la leyenda de los hombres revolucionarios es cierta?... será mejor que vaya por ayuda.
-No! -grita Lex con determinación-
-Robin: Pero qué dices?
-Lex: No sé quien será esta escoria, pero lo voy a eliminar, y quiero que admires lo que es un verdadero soldado, que ya pronto será admitido en la elite.
-Robin: No se te ocurra Lex, no sabemos lo que pueda hacer ese hombre…
-Lex: ¡Ya cállate!. Me he cansado de ti y tu cobardía, eres un maldito maricón que merece ser desterrado del ejército y no volver más! ¡Sal de mi vista!
-Robin: … -Robin queda mirándolo asombrado y sin reacción, sus ojos lagrimeaban y no sabía que hacer, se sentía como un verdadero cobarde-
-Lex: -mirando a William, que seguía parado inmóvil- Con que yo te suplicaré a ti eh?... eso ya lo veremos. -En un rápido movimiento, salta unos metros y comienza a correr hacia William, quien seguía parado sin mover un solo dedo, esperando el ataque del soldado C2-
De repente Lex se aparece al costado derecho de William y con gran velocidad lleva su puño derecho hacia la cara de William.
-William: Hahaha!, eres un maldito ingenuo! -en el momento que venía el puño de Lex, William levanta su puño y choca con el de Lex haciendo un gran estruendo-
-Lex: Qué?!... -grita asombrado y ya no tan confiado-
-William: Mhmhmh…
Por unos segundos Lex y William quedan parados con los brazos extendidos y los puños chocando... En esos instantes se comienza sentir un ruido muy bajo, que iba aumentando, como una manada de animales que a lo lejos se venía acercando.
Eran los huesos del brazo de Lex que se estaban resquebrajando lentamente desde el puño hasta el hombro, que fue la parte del cuerpo que recibió el impacto.
-Lex: ¡¿Qué rayos me está pasando?!...
-Lex: ¡¿Qué rayos le hiciste a mi brazo?! -alejándose hacia atrás, dando pequeños pasos y gritando con nerviosismo-
Lex cada vez iba sintiendo más el dolor, a lo que William reía tranquilamente y observaba el espectáculo.
-Robin: Oh por Dios, ¡¿Qué rayos le haz hecho maldito monstruo?!
-William: Solamente quebré algunos de los huesos de su brazo con el que me atacó, sus articulaciones están destrozadas y la conexión del radio y el cúbito con el húmero se ha separado y se han quebrado, quedando el músculo totalmente inutilizable.
-Lex: ¡Oh por Dios!, ¡Oh por Dios! -comienza a llorar del dolor-
-Lex: ¡Qué alguien detenga este dolor! -sujetando su brazo, completamente destrozado-
Entre los llantos y gritos aturdidores de Lex, quien se retorcía en el piso suplicando que acabe su dolor, Robin comienza a correr hacia el campamento quienes ya comenzaban a alarmarse de tanto alboroto que sólo creían que formaba parte del duelo de ráfagas que llevaban a cabo anteriormente.
William se queda parado ante el interminable dolor de Lex, quien gritaba como a un puerco siendo acuchillado:
-William: Más vale que llames a tus hombres y rápido, ¡porque los necesitarás para luchar contra un darcano distinguido como yo!
-Robin: ¡Por favor!, por favor vengan todos, hay un intruso y Lex se está muriendo!
Durante el tiempo que Robin estaba yendo hacia el campamento que estaba aproximadamente a unos 200 metros, Lex seguía gritando:
-Lex: ¡Por favor, que acabe este dolor!
A lo que William ríe y le responde:
-William: Como tu desees.
William pone su mano derecha detrás de su espalda y mirando hacia donde estaba tirado Lex comienza a reunir energías.
-William: ¡Dahhhhh! -grita en aumento mientras se comienza a acumular energía alrededor de su mano-
-William: ¡Verás lo que es el verdadero dolor maldito C2!
Las ramas de los árboles comienzan a moverse por el viento y se comienza a oír un gran ruido causado por este mientras se acumulaba una gran cantidad de energía en la palma de la mano de William.
-William: ¡Arghhh! -grita con furia-
Lex sabía que estaba pasando algo malo, pero el increíble dolor que sentía en el brazo no le permitía prestar mucha atención a la situación o comenzar a huír, simplemente seguía retorciéndose en el piso mientras inconscientemente se aterraba de saber que le esperaba una muerte segura.
Como último acto de presencia Lex exclama un grito que sobrepasa los demás llantos, y William impulsa rápidamente su mano hacia Lex, lanzándole toda la ráfaga de energía que azotan de inmediato a Lex, quien grita aún más fuerte hasta que comienza a sucederle lo que le pasó en su brazo, pero en todo su cuerpo; la columna comienza a resquebrajarse, su tórax, su pelvis y todo sus huesos comienzan a salirse de lugar quedando este totalmente desfigurado e irreconocible hasta desaparecer, dejando el ataque un gran cráter en el suelo.
Es así como Robin al llegar al campamento comienza a gritar.
-Robin: Todos salgan, Lex está en problemas, hay un intr...-y en el momento que Robin iba a mencionar la palabra intruso, se siente el fuerte impacto del ataque de William en Lex, que provoca la caída de todos los soldados que estaban parados mirando a Robin con mucho asombro y comienzan a desprenderse los techos de las casas y a volar los aparatos de ejercitación y las tiendas instaladas en el campamento-
-¡¿Qué rayos es esto?! Pregunta un soldado.
-Robin: ¡Es un intruso! -grita desesperadamente en medio de la catástrofe-
Mientras Robin está tirado en el suelo agarrándose de un farol para no volar junto con lo demás, se da cuenta de que ese fue el fin del presumido Lex, quien había recibido un ataque de una magnitud nunca vista por los principiantes.
Es así como luego de terminado el sombrío espectáculo, todo los soldados se van levantando de a poco y comienzan a mirar a su alrededor. La mayoría de las cosas que habían ya no estaban y los techos de las casas estaban totalmente arrancados.
También habían algunos cadáveres en el suelo de soldados que se habían estrellado fuertemente contra alguna casa o habían sido aplastados por algún aparato de ejercitación.
-¡¿Dónde diablos está el teniente Gorbin?! -grita fuertemente mientras se saca tierra de la cara-
-Acaba de ser aplastado por un arbol... señor... -tartamudeando con cara de impresión-
-Oh por Dios -exclamó el soldado totalmente impresionado-
Luego de unos minutos casi todos los soldados estaban levantados, a excepción de los cadáveres o de algunos que simplemente habían perdido el conocimiento y que permanecían desmayados.
Los soldados que ya estaban de pie permanecían impresionados mirando hacia el suelo o hacia sus costados y sin saber que hacer.
-No sé quién habrá sido capaz de realizar tal atrocidad, pero se ha atrevido a matar a nuestro teniente y merece la muerte!- exclamó un soldado.
-¡Es cierto! -exclaman otros soldados-
Robin mira asombrado por esa reacción y les dice:
-¿Pero en qué rayos están pensando?... ¿acaso se han vuelto locos?... no tienen idea de la fuerza que tiene ese individuo!
-No nos importa, iremos a enfrentarlo y entre todos a matarlo para vengar a nuestro teniente, de esa manera seremos ascendidos a la elite y ya no seremos unos simples principiantes.
-Es verdad -exclamaban otros soldados por detrás-
-Robin: ¡Estúpidos!, ¡idiotas! -grita desesperadamente-. ¡¿Que no entienden nada?! Un poder superior está allí afuera y acaba de matar a Lex, que era el soldado más distinguido de este campamento!
A lo que el soldado que había propuesto ir se acerca rápidamente, sujeta su cuello y le dice fuertemente al oído:
-¡¿Qué a caso eres un maldito cobarde?!, ¡maldito maricón de segunda!. ¡Lex te odiaba y con mucha razón, porque eres lo peor de este batallón!. Mereces ser desterrado y no volver nunca más, o convertirte en un asqueroso uvitente y vivir en la pobreza el resto de tu vida… ese debería ser tu destino, por cobarde.
En el momento en que el soldado llamado Gteen suelta a Robin, este queda tirado en el suelo respirando ondo, tratando de recuperar el aire y con lágrimas en los ojos.
-Gteen: Eso es… llora… llora, que es lo único que sabes hacer, pero nosotros iremos a combatir a ese maldito y lo venceremos. Te juro que lo haremos, y luego de eso te aseguro que me ocuparé de que seas desterrado y no vuelvas nunca más a ser un soldado C2.
Gteen escupe sobre Robin mientras este lloraba, y se aleja caminando lentamente sin mirar hacia atrás, esperando obviamente que los demás lo sigan… Y así fue, todos los soldados que quedaban comenzaron a seguirlo y mientras caminaban, algunos miraban de reojo e insultaban y escupían a Robin, tratándolo de cobarde, mientras este permanecía sentado en el suelo, mirando hacia abajo y llorando.

Continuará...

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